miércoles, 21 de mayo de 2008

La orgía Vilas

Título: España
Autor: Manuel Vilas
Editorial: DVD
Año: 2008

Erigida como ensamblaje de textos breves, y en el cual es posible hallar desde un post procedente de manuelvilas.blogspot.com hasta una carta en la que se exponen las deficiencias del piso del propio autor, España constituye la nueva gamberrada de la factoría Manuel Vilas (Barbastro); ese escritor nacido en los sesenta («España también tuvo años sesenta. Los años sesenta: un tiempo en donde era posible la felicidad y la inocencia histórica.») aunque dotado de un asombroso espíritu, digámoslo así, adolescente. Obsérvese a continuación a qué nos estamos refiriendo: En su anterior novela, Magia (DVD, 2004), hay un célebre epígrafe en el que unos empleados de Carrefour y McDonald’s deciden acabar con el tedio mediante la celebración de una orgía. Pues bien, muy posiblemente esa sea la idiosincrasia fundamental de Vilas: el carácter orgiástico de su obra tanto en verso como en prosa.

En efecto, la España de la que Vilas habla —porque no es lo mismo España que España— es aquella jactanciosa de su progreso («“No creo que yo fuese feliz viviendo como un pobre”, le dije a Julia») y extasiada por la sociedad de la abundancia («Mañana iría a El Corte Inglés y a la Fnac y compraría todos los deuvedés que encontrase de Edith Piaf»); la misma que se salta las colas (p. 53), ve «mujeres desnudas en Internet haciendo el amor con varones de grandes extremidades, pobres mujeres», y en la que aún laten ecos de figuras como Nino Bravo («Su nombre verdadero fue: Luis Manuel Ferri Lopis. Hizo la mili en 1964, y muy bien»). Sea como fuere, resulta imprescindible advertir al lector que el carácter de España —como en el resto de su obra— no es normativo; Vilas es un autor inteligente, que trata como tales a sus lectores, y que por tanto no necesita indicarles hacia dónde han de encaminar sus pensamientos. De hecho, en una digresión a pie de página podemos leer lo siguiente: «Es una exageración dramática, muy española, el decir que España está retrasada. Pero es mentira. Ese tipo de literatura que trata del retraso histórico-económico de España no tiene sentido a partir de 1990.» Por supuesto, resulta tentador llevar a cabo una lectura irónica o aberrante —en términos de Eco— de todo esto, y situar al escritor aragonés como un dinamitador del sistema desde dentro; pero desde luego, el amplio abanico de lecturas que ofrece es otra de las grandezas de Vilas.

En una reciente entrevista, el escritor declaraba: «Abomino de la literatura como institución.» Hete aquí, pues, otro de los más polémicos y destacables frentes abiertos de España: la cruzada contra el anquilosamiento de la literatura y el establishment académico, tal como puede advertirse en fragmentos como “Tesis doctorales” o “María”. Asimismo, Vilas ofrece constantes guiños a la obra de Roberto Bolaño (al margen de homenajes a 2666 y préstamos de expresiones típicas del escritor desaparecido, compárese la descripción del infierno de los coches Lada —p. 54 de España— con aquélla otra del cementerio en Amuleto, de Bolaño —p. 65—) y una óptica lúdica y antidogmática de la literatura; una literatura vista por individuos totalmente ajenos a ella como es el caso del ingenuo niño que confundía la foto de Kafka con la de un gitano. ¡Chapeau, Vilas!

2 comentarios:

Jordi Roldán dijo...

Tendré que comprarlo, está visto.
El establishment es igual en todos los colectivos, ponle el apellido que quieras.

Enhorabuena por la inauguración de este espacio que espero sea tan bueno como el alter loci

Un saludo

Manuel Vilas dijo...

Mándamela escaneada en papel y la colgaré en mi blog. Mil gracias. Me ha encantado tu lectura. Abrazos, Manuel.